De la misma manera que nos llama la atención un producto u otro, nos puede llamar más la atención una página web u otra. Esto se debe a las emociones que puede transmitirte. Muchas veces estas emociones las provocan los envoltorios. Si los fabricantes de éstos utilizan colores que desprenden alegría, es muy posible que compremos antes ese producto que no otro que nos despierte un sentimiento negativo. Y, como ya os he dicho, con las páginas web pasa lo mismo.
Es por eso que os voy a dar unos consejitos para mejorar vuestro contenido con un diseño web que transmita pero que, a la misma vez, sea elegante.
Crea páginas claras
¿Cómo puedes hacer esto? Utiliza la jerarquía visual. Cuando una página tiene poca o demasiada información, puede confundir a los lectores que la visitan y hacer que éstos no puedan tomar una decisión. Es por eso que tienes que tener en cuenta que tu página web tiene que guiar a tus lectores hacia tu mejor contenido, utilizando los puntos flojos de la pantalla a la que los ojos se dirigen.
Conecta con tu público
Tómate tu tiempo para conocer a tu público objetivo y estudia su comportamiento sobre tu sitio web (encontrar sus problemas comunes, sus preguntas, las páginas en las que más entran, etc.)
¿Cuándo dar por terminado el diseño?
La respuesta es: nunca. Siempre tienes que trabajar en tu sitio web. Sé persistente. El mercado y tu público evolucionan y tú tienes que evolucionar con ellos. Lo que tienes que tener en cuenta es que sea coherente y que todo siga la misma línea.
Una vez conozcas a tu público y elijas el diseño correcto para comunicarte con ellos, puedes promover tu negocio con confianza y así llegar a lograr tus objetivos.
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