Tradicionalmente internet ha sido un feudo de la investigación cuantitativa. Por un lado, por las facilidades que aporta para encontrar targets específicos, las ventajas de las bases de datos de emails o el ahorro en personal para realizar los estudios. Por otro lado, por las dificultades que supone realizar investigación cualitativa online y moderar dinámicas de grupo ya que llevar a cabo entrevistas en profundidad sin el contacto directo resulta difícil de imaginar.
No obstante, existe una metodología que ha ido cogiendo fuerza desde hace algún tiempo, se trata del análisis de las comunidades online. Existen diversos tipos de comunidades, la primera de la que hablamos es aquella comunidad que tienen una menor o nula interacción entre usuarios, conocida como panel online de consumo, en la que el usuario solo rellena encuestas motivado por unos incentivos.
También existen las comunidades de opinión abiertas, en que los usuarios pueden interactuar. Las comunidades que se centran en una marca específica, llamadas Brand Communities, en las que los que se registran lo hacen con el fin de aportar ideas. Otro tipo de comunidades son las que seleccionan a los miembros, llamadas Innovation Communities, para que actúen como insiders con la motivación de influir en los productos que se desarrollan.
No obstante, las comunidades más masivas y, probablemente, con un mayor potencial, son las Redes Sociales, donde la interacción entre los usuarios es máxima. En estas existe la posibilidad de crear grupos de usuarios o de analizar el comportamiento de los usuarios de forma externa. En cualquier caso, el investigador puede verse limitado por la intervención mínima realizable sobre los sujetos.
A nadie le sorprende que una compañía reciba feedback por parte de los usuarios en las redes sociales. Numerosas compañías resuelven las dudas de sus usuarios a través de Twitter o presentan sus novedades acompañadas de un video en Youtube.
La novedad radica en lograr extraer insights mediante conversaciones, que, si bien son públicas, se llevan a cabo entre usuarios sin intención de que la marca participe. De esta forma se consiguen opiniones naturales, aún más que aquellas surgidas en un focus group o una entrevista.
Analizando estas comunidades podemos lograr los objetivos habituales de la investigación cualitativa, muchas veces de forma más rápida, barata, o extensa que con las técnicas clásicas. A través del análisis de las redes sociales obtenemos una cantidad de datos y opiniones enorme que nos puede ayudar en el proceso generación de ideas.
También mediante las redes sociales conseguimos detectar en vivo los cambios en las tendencias de los consumidores, analizar cómo se comunican y explorar sus actitudes. De este modo también las podemos utilizar para obtener impresiones previas al lanzamiento de nuevas campañas o conceptos de producto.
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