Surgió como un reto para el año 2016. El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg solo ha necesitado invertir 100 horas para desarrollar un complejo entramado tecnológico que le permite controlar los aparatos domésticos de su casa, poner la canción que quiere escuchar, apagar y encender la luz, reconocer su voz y la de su esposa, Priscilla, dar lecciones de mandarín a su hijo Max cuando se despierta o incluso avisarle si sus padres llaman a la puerta para dejarles entrar automáticamente. Esta primera versión de Jarvis ha sido creada como aplicación para iOS aunque pretende construir una versión para Android pronto.
Según explica en su propia cuenta de Facebook, su experiencia creando Jarvis fue «más sencillo de lo que pensaba». Sin embargo, Zuckerberg tuvo que enfrentarse a algunas complicaciones como la de conectar y comunicar este dispositivo con otros sistemas de la casa que todavía no están preparados para entender esta tecnología inteligente ni tienen la capacidad de conectarse a internet. Por eso tuvo que pensar en algunos trucos que le ayudaran a salvar esta barrera como conectar una vieja tostadora de los años 50 a un interruptor.
Con esta experiencia Zuckerberg también ha intuido que para que los asistentes como Jarvis puedan controlar los hogares de más gente en el futuro, se necesitarán más dispositivos conectados y que la industria desarrolle estándares comunes para que puedan «hablar» y comunicarse entre ellos.
Jarvis se comunica a través de Messenger y de la voz
Después de que Mark ideara un código inteligible para que su ordenador pudiera controlar su casa, creó un lenguaje natural para comunicarse con él. Jarvis entiende los mensajes de texto a través de un bot de Messenger, tiene una voz natural e incluso es capaz de hacer pequeñas bromas. El fundador de Facebook explica que prefiere comunicarse con Jarvis escribiéndole porque le permite un mayor control: «Algo que me sorprendió de la comunicación con Jarvis fue que teniendo las posibilidades de hablar y escribir, escribo mucho más de lo que habría esperado. Es por numerosas razones, pero principalmente porque molesta menos a la gente que me rodea. Si estoy haciendo algo que les implica, como escuchar música para todos, entonces hablar no está mal, pero la mayoría del tiempo escribir parece más apropiado. Sucede lo mismo cuando Jarvis se comunica conmigo».
Sin embargo, cree que la voz seguirá siendo muy importante porque es más rápido y evita que saques el teléfono, abras la aplicación y envíes el mensaje. Zuckerberg también detalla que cuando tienes un sistema al que puedes hablarle «le atribuyes mayor profundidad emocional que a un ordenador a través del que interactuas a través de texto». Además, está trabajando para que sea más humano y tenga humor para que pueda comunicarse con su hijo Max de forma entretenida.
Jarvis también puede hacer que suene algo de música, pero por el momento todavía puede tener dificultades a la hora de escoger una canción de un artista concreto: «Las luces solo pueden ser encendidas o apagadas pero cuando pides que ponga una determinada canción, las más ligeras variaciones pueden significar cosas diferentes». Por eso, el contexto y un sistema de feedback positivo y negativo puede hacer que Jarvis comience a entender las diferencias. Hasta que consiga perfeccionarlo, normalmente Zuckerberg le pide que «ponga algo de música» y busca entre sus listas más escuchadas para acertar con la canción que le gustaría escuchar.
Aunque ha sido un proceso complicado, Jarvis también tiene un sistema de visión y de reconocimiento facial. Porque según explica Zuckerberg «la mayoría de las personas son relativamente similares comparadas con dos objetos aleatorios, por ejemplo, un sandwich y una casa». Pero esta dificultad ha podido salvarse porque Facebook ha conseguido llegar a ser muy bueno reconociendo a amigos en las imágenes. «Esta experiencia también es muy útil cuando tus amigos están en tu puerta y el sistema necesita determinar si dejarles entrar».
Aunque este ha sido solo un proyecto proyecto personal del creador de Facebook, no parece que vaya a desarrollarlo de forma comercial en un futuro próximo. Sin embargo, según sus propias palabras, esta sorprendente experiencia le ha servido como experimento para comprender mejor la inteligencia artificial y las amplias posibilidades que le ofrece Facebook para seguir investigando en esta área.
- Clave del éxito de la televisión en streaming: Netflix - 21 abril, 2017
- ¿Se conseguirá retirar el aceite de palma de los grandes supermercados, definitivamente? - 10 abril, 2017
- IKEA busca conectar con sus clientes más jóvenes - 3 abril, 2017