¿Alguna vez has querido cargarte fotos embarazosas de la época del cole que alguien ha colgado en Facebook? ¿O la estela de una crítica negativa sobre tu pequeño negocio que dejó un cliente amargado?
A medida que vivimos nuestras vidas más y más online, nos damos cuenta de que no sólo hay puntos negativos en todo ese compartir información en los Social Media sino de que tenemos muy poco control sobre de qué modo Internet nos presenta a los demás.
Una persona que quiere dañar tu reputación encontrará pocos obstáculos online, manchando fácilmente tu buen nombre. Aquí es donde entran los managers de reputación online. Parte gurús de las relaciones públicas, parte expertos en tecnología, se especializan en proporcionar cambios de imagen online. El target de estos especialistas es desde personas físicas hasta compañías que manejan presupuestos de vértigo.
¿Por qué la reputación online es un tema importante para un negocio?
Cuando una persona decide a quién comprar su productos o solicitar sus servicios, se encuentra muy influenciada por las críticas que lee online que han hecho otros consumidores antes de tomar su decisión. Si la reputación online de tu negocio se está cayendo, esas ventas irán a parar al competidor.
¿Por qué puede necesitar alguien ayuda para gestionar su reputación digital?
La ascensión de internet ha dado lugar a muchas cosas buenas… y a otras muchas que no son tan buenas. Ahora tu buen nombre puede acabar en manos de personas que no sabes quiénes son ni dónde están. Si alguien dice algo negativo sobre ti o algo que es cierto pero obsoleto – quizá algo como que te despidieron de tu último trabajo- es algo que puede dañar realmente tu futuro.
¿Por qué alguien no puede encargarse de su propia reputación online?
Para contártelo vamos a utilizar una analogía. Piensa en un buen anti-virus software para tu ordenador. Probablemente hay sólo 25 tíos en el planeta que pueden protegerse a sí mismos de forma eficiente porque requiere de un expertise técnico muy alto.
Dicho esto, hay ciertas cosas que deberías hacer tú mism@, como tener un perfil de LinkedIn bien construido y reflexionado y tener una cuenta en twitter con tu propio nombre y no el de «Me encanta la pizza» a menos que tu negocio sea el de la pizza 🙂
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