¿Ha habido un estancamiento de las redes sociales?

Todo lo que sube baja. Esto mismo ha pasado con las redes sociales como Facebook o Twitter y es que no era de extrañar que después del boom generado entre 2008 y 2013 en España, los usuarios hayan ido decayendo.

Por el contrario, muchos de ellos sí son captados por apps como Instagram o LindekIn, que continúan teniendo cabida al estar menos masificados y ser más visuales.

Con estas redes lo que ha ocurrido es que al tener tantísima aceptación en la sociedad, éstas no pueden seguir creciendo, por lo que por naturaleza, dicho crecimiento se ha estancado, generando así una caída de un 3% entre los años 2012 y 2015.

Sin embargo, Facebook y Twitter aún teniendo tanta presencia en nuestro día a día, siguen sin convencer a todos y es que algunos posibles usuarios siguen resistiéndose a los dos gigantes. Esto quiere decir que internautas consumidores de estas redes en potencia no generan cuentas privadas, o lo que es lo mismo, no se registran, y por ello estos escaparates de vidas no consiguen seguir creciendo ya que no cuentan con el apoyo de esta minoría.

Cuando algo llega a su clímax es muy difícil seguir trazando una línea ascendente en su crecimiento, por lo que se mantendría una misma dinámica lineal pero de una manera más estable, y en ciertos casos, podría apreciarse cierto declive, como viene siendo el caso con las redes sociales comentadas anteriormente, no siendo así con Whatsapp, que sigue siendo la red favorita, aunque no sea puramente una red social.

Un 93% de los usuarios indican que utilizan esta aplicación a diario y consideran que en Facebook, Twitter y demás, están demasiado expuestos (cosa que no gusta dada la repercusión que se ha generado según hemos podido comprobar), así que esto explicaría el porqué de este incremento de la app de mensajería instantánea por excelencia.

Como en todo, hay que saber utilizar la información con inteligencia y probablemente, nos hemos pasado de la raya, por lo que a día de hoy es posible que nos estemos dando cuenta de ello y estemos viendo que el exponernos demasiado, puede perjudicarnos o sencillamente, como dice el famoso dicho: lo poco gusta y lo mucho cansa.

Alexandra Guillén